martes, 23 de agosto de 2011

Wim Wenders, no apartes de mí este cáliz

Wim Wenders, no apartes de mí este cáliz, el licor de la vida herida de tus imágenes icónicas (cometo la redundancia intencionadamente). Los ojos hipnóticamente perdidos en la inmensa llanura del oeste americano, buscando el destino imposible, el sueño inalcanzable, la parcela donde padre y madre hicieron el amor por primera vez.
Sí, buscando París-Texas, las pupilas siguiendo una línea férrea que no lleva a ningún destino, salvo quizás al cielo, al amor, o la muerte. Las cabinas de conversaciones anónimas, para aliviar el pájaro doliente de la soledad, posado en los corazones.
Una historia de amor rememorada, poco a poco, desgranada en palabras exactas, como gotas de lluvia bajo un cielo soleado, hasta verter las lágrimas de la mujer al otro lado del cristal....¿Travis eres tú Travis...? ¿Dónde está Hunter...?. La reunión de madre e hijo, y el adiós del hombre, entre la poesía eléctrica de la velocidad de una autopista, a la salida de Dallas... Los ángeles custodios, bondadosos, compasivamente dolientes, desde su altura, de la desdicha del hombre y la mujer corrientes. Tan a pié de tierra, que les late el alma, apenas a unos centímetros de su propio miedo. Angeles que se enamoran, arcángeles que se humanizan, demiurgos del sol negro y las nubes que peinan las ciudades como almas en pena, Trasladadas de un país a otro, de un paisaje a otra tierra; es indiferente. La vida, el hombre, se obstina siempre en ser el mismo: compasivo, y violento, amante y enemigo, buscadores sin tregua del cielo y del infierno, almas negras o rojas, fuego frío o hielo ardiente. Humanos son pues tus ángeles Wim Wenders como la carne viva de los hombres vivientes.


Relámpago sobre el agua. Nicholas Ray, terminando sus días. Llegas al loft del Soho donde te aguarda esperando al barquero de la laguna Estigia. Nicholas parece un espectro de aquel que dirigiera " Los amantes de la noche ". Que hermosa letanía de silencios dolientes, la de rememorar junto a él sus películas, como testamento postrero, de un hombre sin cadenas. "Hombres errantes", te emocionó al verla, junto al Nicholas Ray, del que ya estaba enamorada la esposa más paciente, la que nunca abandona la sombra del que vive. Robert Mitchum cansado, molidos sus huesos de tantos rodeos, se baja pesadamente de un camión, renqueante llega a una casa abandonada, apenas una cabaña maltratada por el tiempo. Se tira al suelo, repta como una serpiente, mete la mano bajo sus maderas podridas, saca una caja. Dentro poca cosa, una vida, ya tan lejana para este hombre maduro y ya tan cansado de llevar el peso de su propio esqueleto. Poco tesoro hallado, una infancia perdida....; el revolver de un niño, varios comics ajados, un reloj parado en la hora exacta de la nada. Una escopeta de postas de dos cañones, insta a Mitchum a levantarse. Un anciano temeroso le grita: ¡ Qué hace usted en mi propiedad !. La mirada de Mitchum cansada, los párpados hinchados. Los huesos machacados. Sólo sabe esbozar balbuceante una frase: " Esta, sabe usted, era mi casa cuando yo era un niño..."
Nicholas, cenizas al aire, entre cielos azules. La fuerza convertida en polvo enamorado. Un relámpago sobre el agua. La maravillosa o abyecta, la inevitable poesía de la muerte....

(Juan Manuel Miranda)

Diario del viajero de la noche 24 de agosto 2157

El Fuego. El fuego. Al princio fue el fuego, y el fuego nos extinguirá a todos.Llevo caminando, siete años,
dos meses y quince días.Hoy, creo que es 25 de febrero del año 2057, si no me falla mi ya obsoleto calendario electrónico.Salí de una ciudad con un sol que alimentaba el cuerpo y el alma.Marché de la tierra donde nací y fui niño, para buscar a Ilaia, al norte, al norte; pero su detector de coordenadas me engaña,debe de sufrir algúna clase de distorsión,de alteración magnética que me hace caminar en círculos herráticos, sin destino definido, y mi alma se siente confundida, mis huesos ateridos y mis músculos cansados.En ocasiones creo que no podré caminar ya más.Pero nace un nuevo día, y con él crecen mis esperanzas de estar cerca de Ilaia.
Hace seis meses que no cesa la lluvia. Anoche abandoné Thurso y navegué a las islas Orcadas. Circumbalé la rocosa osamenta de la isla, hasta llegar a su puerto, Kirwal, donde nadie me esperaba. Esta noche, miré al cielo.Era añil y negro. Y contemplé un cometa fugaz en la constelación de Virgo, y Aldebarán brilló entre las turbias y penumbrosas nubes.
Ilaia, me envió hace ya años un escueto mensaje: " búscame donde creas que nunca me encontrarías. Te amo viajero de la noche...". Al principio, me acompañó mi perro, Azul. Hasta que murió. Lo cubrí con ramas y hojas de acebo y hojarazca.Y vi brillar sus ojos justo antes de cubrirlo, eternamente. Fijamente dirigidos hacia el cielo.
Las coordenadas de Ilaia, me dirijen a Islandia. Si yo fuera Dios, la traería hasta mis brazos, bebería de la
miel de sus labios,de sus pechos y me calentaría de este invierno eterno con su piel caliente...A veces recuerdo una frase, que me decía mi madre, al dormirme de niño:" hijo mío.Si alguna vez, cuando seas un hombre, no tienes nada, ten los sueños de un niño...".
No sé si encontraré a Ilaia antes que el cansancio acabe con mis ya precarias y debilitadas fuerzas.Pero ella es mi norte, y mi sur, mi este y mi oeste. Sólo la certeza imprecisa que Ilaia aún vive y me aguardan sus labios, me alimenta el camino y hace que mi corazón, siga latiendo....(continuará)

(autor: El viajero de la noche-juan manuel miranda)

Confía siempre en la bondad de los desconocidos, pero no te olvides nunca de cortar la baraja...

Confía siempre en la bondad de los demás, de los desconocidos, pero no te olvides nunca de cortar la baraja...Ese fue el consejo que me dio una noche un buen jugador de poker, después de jugarse las ganancias de toda una velada nocturna de seis horas de juego, a una doble pareja de damas y cuatros, que esperaban ver llegar como un naúfrago un barco otro naipe bendito, para arribar al Shangrilá del full house, que nos serena el alma y nos envenena el corazón, como si hicieramos el amor..
Soy un jugador frío. No me va embarcarme en encarnizadas batallas con dobles parejas, o refriegas con tríos bajos sobre la mesa. Prefiero, como decía una escritora, de cuyo nombre no puedo ni quiero acordarme; ser como el corazón: un cazador solitario... Prefiero hablar el último, ser mano, explorar el territorio de las debilidades humanas en los otros jugadores. La ambición, la cobardía, la temeridad, la lujuria, sí, sí, es posible observar la lujuria en un judador mientras contempla como le van llegando las cartas ante sus ojos. Me gusta poner trampas. Que me cojan un farol o dos. Para de ese modo sorprenderles en la justa medida de sus desmedidas ambiciones.
Me gusta pasar varias veces.No voy. No las veo. Aún pudiendo ligar una buena mano. Me tendrán por inseguro, por temeroso,por cobarde. Sólo conocerán la dimensión exacta de su error, en el momento que me descarte y yo elija y cuando yo lo elija. Cuando los naipes se sucedan, descendiendo de mis dedos, en la justa proporción del instante requerido.En ese preciso momento comprenderán la verdadera la dimensión de su error.
Sólo se muere una vez. Le debemos cien muertes a Dios. Si se la pagamos hoy no se la deberemos mañana; Escribió William Shakespeare en su Enrique IV. Tréboles, corazones, diamantes...la matemática exacta de la vida. El tiempo que nos va devorando como un tigre.La meta es el olvido, pero yo he llegado antes... Van dos ases en la primera mano, entorno los ojos, miro al horizonte que se apaga con una luz menguante, púrpura...y naranja.


Suben tres contrincantes en la partida de poker de la vida. Yo aparto mis dos ases.Lo demás es como una bala en el cañón del revolver. Salir al viento frío de la noche con el alma invencible, o escuchar el crujir del percutor....y no ver nacer jamás ya un nuevo día...Eso está bien para los espíritus melodramáticos, a los que les gusta salir de escena tras un golpe de efecto. Pero a las almas más meditativas y fatalistas como la mía, nos basta con esperar a que el destino reparta nuevas cartas. Si hoy salieron adversas y dolorosas, mañana pueden ser benignas y gozosas. Y si nunca más vuelven a salirme buenas cartas, significará, entonces sí, que ha llegado el momento de salir del juego. Y cuando el viento frío del invierno, abra de golpe la ventanas, apague las velas y acalle los violines, saldré de la fiesta y del juego de la vida. Caminaré sólo y en la sombras y escucharé al hombre justificado y libre, que nace en mi silencio..
(Juanma Miranda)

sábado, 20 de agosto de 2011

Ezra Pound: Pétalos entre la multitud, rostros sobre ramas secas....



El escritor demostró desde el principio que su audacia literaria no tenía límites. Y su alma, entre el egocentrismo legendario y la generosidad sin límites, tuvo siempre dos vertientes: una le llevaba a la santidad; otra, a cometer cualquier bajeza.
La mezcla de un santo laico y de un poeta loco da como resultado un profeta. Hubo uno que se llamó Ezra Pound. Nació por casualidad el 30 de octubre de 1885 en el poblado perdido de Hailey, en Idaho, profundo Oeste de Norteamérica, donde su padre fue a inspeccionar una mina de oro de su propiedad, pero a los seis meses lo devolvieron a Nueva York y allí paseó la adolescencia como un perro urbano sin collar ni gloria alguna.

Se licenció en lenguas románicas por la Universidad de Pensilvania. Fue maestro de escuela, recusado muy pronto por raro. Tuvo una primera novia, Mary Moore, que un día le preguntó por su casa. Ezra contestó que su casa era solo su mochila y cargó con ella. Cuando su madre, Isabel Weston, abandonada por el marido, se recluyó en un asilo, el poeta, con 20 años, cogió los bártulos y se fue a Inglaterra en busca de los escritores y otros colegas que admiraba, Joyce, D. H. Lawrence, Eliot, Yeats, y compartió con ellos la admiración con la emulación, alimentado solo con patatas. Desde el principio demostró que su audacia literaria carecía de límites. Yeats le entregó unos poemas para que los mandara a la revista Poetry de Chicago y el joven discípulo se permitió corregirle algunos versos de propia mano antes de ponerlos en el correo. Después del ataque de cólera, Yeats admitió que las correcciones habían mejorado el original y añadió: "Ezra tiene una naturaleza áspera y testaruda, y siempre está hiriendo los sentimientos de las personas, pero creo que es un genio".


Parece que este zumbado vino al mundo, como los fieros catequistas, con el único propósito de hacer cambiar de opinión o de convencer de algo inútil a cuantos le rodeaban, siempre y en cualquier lugar, un empeño que estuvo a punto de llevarle ante el pelotón de fusilamiento. Fue uno de esos tipos que luchan denodadamente a lo largo de la vida para alcanzar el propio fracaso y no cesan de combatir hasta conseguirlo. Ezra Pound inició su aventura literaria en Londres, la siguió en el París de entreguerras, luego en Rapallo, después en el manicomio penitenciario de St. Isabel en Washington, donde estuvo condenado 12 años por traición a la patria, y finalmente entregó su alma atormentada en Venecia el 1 de noviembre de 1972.
La primera regla era hacerse notar, bien por la suprema actitud de desvivirse siempre por sus colegas, bien por cometer cualquier excentricidad que le hiciera visible en todo momento, entre aristócratas y bohemios. Durante un banquete en Londres en homenaje a D. H. Lawrence, sintió que Yeats estaba acaparando toda la atención. Para contrarrestar esta pequeña gloria, a la hora de los postres Ezra Pound se comió un tulipán rojo del ramo que adornaba la mesa y viendo que no era suficiente con uno se comió otro más y no cesó de comer flores hasta reclamar todas las miradas. Total para nada, pero al final en aquel banquete levantó una buena pieza, la que sería su mujer, Dorothy, hija de la aristócrata Olivia Shakespear, amante de Yeats.
Se consideraba un hombre reducido a fragmentos e imaginaba el universo como un poema roto. Para recomponerlo lo reducía todo a poesía, su propia vida, las noticias de los periódicos, los datos de la economía, los episodios de la Biblia, las cotizaciones de Wall Street, los partes meteorológicos, la filosofía de Lao Tse, el carro de la basura, la gloria de los griegos y todos los desechos de la historia. Metabolizaba textos ajenos, aspiraba el detritus que el ganado humano iba dejando a su paso y convertía cada mínimo excremento en una punta de diamante, como si recogiera todo el material que había quedado fuera de la Divina Comedia para someterlo a ritmo interno y forma libre.


Pero en medio de esta elevada vorágine del espíritu tuvo una bajada. Un día se hartó de ser pobre y volvió a Nueva York tentado por el dinero crudo. A medias con un socio tostado como él emprendió un negocio de medicamentos antisifilíticos para vendérselos a los ricachones de África. La ruina le llevó de nuevo a la poesía y esta al París del Barrio Latino, años veinte, y allí formó parte de la 'Generación Perdida' en torno a la gallina clueca de Gertrude Stein y de la celeste librera Sylvia Beach, junto con Dos Passos, Scott Fitzgerald y la recua de pintores de Montparnasse. Aunque Hemingway había dicho que Ezra tenía ojos de violador fracasado, luego en 1925 escribió: "Pound, el gran poeta, dedica una quinta parte de su tiempo a su poesía y emplea el resto en tratar de mejorar la suerte de sus amigos. Los defiende cuando son atacados, hace que las revistas publiquen obras suyas y los saca de la cárcel. Les presta dinero. Vende sus cuadros. Les organiza conciertos. Escribe artículos sobre ellos. Les presenta a mujeres ricas. Hace que los editores acepten sus libros. Los acompaña toda la noche cuando aseguran que se están muriendo y firma como testigo sus testamentos. Les adelanta los gastos del hospital y los disuade de suicidarse. Y al final algunos de ellos se contienen para no acuchillarse a la primera oportunidad". De hecho Pound reunió el dinero que permitió a Joyce terminar el Ulises, aunque luego no pudiera soportar la fama que estaba acaparando el libro. Antes ya le había ayudado a publicar Retrato del artista adolescente por capítulos en la revista americana The Egoist.
Entre su egocentrismo legendario y la generosidad sin límites, el alma de Ezra Pound tuvo siempre dos vertientes: una le llevaba a la santidad; otra, a cometer cualquier bajeza. De la misma forma que no encontraba barrera alguna entre la prosa y el verso, tampoco distinguió el judaísmo de la usura y la estética fascista de la redención de la especie humana. Un día le dio por la economía y la política y la emprendió con ellas como un filósofo individualista, esteta desesperado, socialista aristocrático y anticapitalista. Había asistido a la marcha de Mussolini sobre Roma. Comenzó a clamar contra los que se lucraban con el trabajo ajeno, y su propia exaltación poética le llevó a atacar la plusvalía y los préstamos usureros que practicaban los judíos. De pronto, en 1939 se encontró ante un micrófono en Italia transmitiendo por Radio Roma alegatos fascistas contra su propio país, primero bajo su firma, luego con soflamas anónimas. Cuando el Ejército norteamericano invadió Italia, el poeta fue apresado y primero lo exhibieron públicamente en una jaula como a un mono durante varias semanas en Pisa. Después lo llevaron a Washington para ser juzgado como traidor a la patria. Los amigos le echaron una mano. Se prestaron a testificar que ya era un demente en Londres y en París. El juez asumió estos testimonios en su veredicto y lo salvó de morir fusilado a cambio de pasar 12 años encerrado en un manicomio. Y al final de esta condena un juez llamado Bolitha J. Laws, en 1958, lo volvió a declarar loco, pero inofensivo, y lo dejó en libertad, con la barba ya florida de ceniza. Y entonces Pound anunció: "Cualquier hombre que soporte vivir en Estados Unidos está loco" y se fue a Italia. Murió en Venecia a los 87 años en brazos de su hija. Poco antes se paseaba por el jardín entonando sus excelsos cantares rotos e inconexos como si aún estuviera exhibido en público como un mono en la jaula. En realidad solo fue un incendiario que trató de quemar el mundo con sus versos.
(Manuel Vicent-Babelia.EL PAIS)

Poemas De Ezra Pound



Cantar XLV

Con usura

Con usura no tiene el hombre casa de buena piedra
Con bien cortados bloques y dispuestos
de modo que el diseño lo cobije,
con usura no hay paraíso pintado para el hombre en los muros de su iglesia
harpes et lutz (arpas y laúdes)
o lugar donde la virgen reciba el mensaje
y su halo se proyecte por la grieta,
con usura
no se ve el hombre Gonzaga,
ni a su gente ni a sus concubinas
no se pinta un cuadro para que perdure ni para tenerlo en casa
sino para venderlo y pronto
con usura,
pecado contra la naturaleza,
es tu pan para siempre harapiento,
seco como papel, sin trigo de montaña,
sin la fuerte harina.
Con usura se hincha la línea
con usura nada está en su sitio (no hay límites precisos)
y nadie encuentra un lugar para su casa.
El picapedrero es apartado de la piedra
el tejedor es apartado del telar
con usura
no llega lana al mercado
no vale nada la oveja con usura.
Usura es un parásito
mella la aguja en manos de la doncella
y paraliza el talento del que hila. Pietro Lombardo
no vino por usura
Duccio no vino por usura
ni Pier della Francesca; no por usura Zuan Bellini
ni se pintó "La Calunnia”
No vino por usura Angélico; no vino Ambrogio Praedis,
no hubo iglesia de piedra con la firma: Adamo me fecit.
No por usura St. Trophime
no por usura St. Hilaire.
Usura oxida el cincel
Oxida la obra y al artesano
Corroe el hilo en el telar
Nadie hubiese aprendido a poner oro en su diseño;
Y el azur tiene una llaga con usura;
se queda sin bordar la tela.
No encuentra el esmeralda un Memling
Usura mata al niño en el útero
No deja que el joven corteje
Ha llevado la sequedad hasta la cama, y yace
entre la joven novia y su marido
Contra naturam
Ellos trajeron putas a Eleusis
Sientan cadáveres a su banquete
por mandato de usura.

Tú saliste de la noche
Y había flores en tus manos,
Ahora saldrás de entre un barullo de gente,
De entre un tumulto de conversaciones sobre ti.

Yo que te había visto entre las cosas prístinas
Me encolericé cuando decían tu nombre
En sitios ordinarios.
Quisiera que las olas frescas cubrieran mi mente,
Y que el mundo se secara como una hoja seca,
O como semillas de diente-de-león fuese aventado,
Para que pueda encontrarte de nuevo,
Sola.

EZRA POUND (VERSIÓN DE ERNESTO CARDENAL)



La mujer del mercader del río: una carta

Cuando yo todavía llevaba el pelo cortado sobre la frente
jugaba en el portal delantero, recogiendo flores.
Tú viniste con zancos de madera jugando a los caballos,
caminaste junto a mi asiento, jugando con ciruelas azules
y seguimos viviendo en el pueblo de Chokan:
dos niños, sin aversión ni sospecha.

Con catorce años me casé con vos, mi señor.
Nunca me reía porque era tímida.
Bajaba la cabeza y miraba a la pared.
Aunque me llamaran mil veces, nunca volvía la cabeza.

Con quince años dejé de fruncir el ceño,
deseaba que mi polvo se mezclara con el tuyo
para siempre y para siempre y para siempre.
¿Para qué seguir vigilando?

Te fuiste cuando yo tenía dieciseis años,
te fuiste a la lejana Ku-to-yen, junto al río de los remolinos,
y has estado fuera cinco meses.
Los monos hacen un ruido muy triste por ahí arriba.
Cuando te fuiste arrastrabas los pies.
En el portal ahora ha crecido el musgo, musgos
distintos,
¡demasiado profundos para limpiarlos!
Los hojas caen pronto este otoño, por culpa del viento.
Las mariposas emparejadas ya amarillean en el agosto
sobre la hierba del jardín del oeste;
me duelen. Me hago vieja.
Si has de venir por los vados del río Kiang,
por favor, házmelo saber de antemano
y yo saldré a recibirte,
iré hasta Cho-fu-sa.
Por Rihaku

Versión de Javier Calvo



martes, 9 de agosto de 2011

Mishima, la espada y el crisantemo


Hijo de Azusa Hiraoka, secretario de Pesca del Ministerio de Agricultura. Pasó los primeros años de su infancia bajo la sombra de su abuela, Natsu, que se lo llevó y lo separó de su familia inmediata durante varios años. Natsu provenía de una familia vinculada a los samurái de la era Tokugawa, ella mantuvo aspiraciones aristocráticas -el nombre de juventud de Mishima, "kimitake", significa "príncipe guerrero"- aún después de casarse con el abuelo de Mishima, un burócrata que había hecho su fortuna en las fronteras coloniales. Tenía mal carácter y se exacerbó por su ciática. El joven Mishima acudía a masajearla para aliviar su dolor.
Ella tenía tendencia a la violencia, incluso con salidas mórbidas cercanas a la locura que serán posteriormente retratadas en algunos escritos de Mishima. Algunos biógrafos opinan que Natsu favoreció la fascinación de Mishima por la muerte. Ella leía francés y alemán, y tenía un exquisito gusto por el Kabuki. Natsu no permitía que Mishima jugase a la luz del sol, practicase algún deporte o que tuviera juegos rudos con otros chicos de su edad. Prefería que pasase su tiempo solo o jugando a las muñecas con sus primas, incluso se habla de unos escritos de primera juventud que su padre rompió ante la mirada del joven Mishima.

Exento del servicio militar por sufrir tuberculosis, no participó en la guerra, suceso que él mismo entendió como una humillación. Generacionalmente es considerado parte de la “segunda generación“ de escritores de posguerra, junto con Kōbō Abe.
Su ensayo más importante, Bunka boueiron (En defensa de la cultura), defendía la figura del Emperador, como la mayor señal de identidad de su pueblo. Más tarde formaría la Sociedad del Escudo (Tatenokai), con un fastuoso uniforme que él mismo diseñó y en el que pretendía reencarnar los valores nacionales de "su" Japón tradicional.


Literatura de posguerra

Mishima comenzó su primera novela, Tōzoku (Ladrones), en 1946 y la publicó en 1948, colocándose en la segunda generación de escritores de posguerra (una clasificación en la literatura japonesa moderna que agrupa a los escritores que aparecieron en la escena literaria de posguerra, entre 1948 y 1949). Le siguió Kamen no Kokuhaku (Confesiones de una máscara), una obra autobiográfica sobre un joven de homosexualidad latente que debe esconderse tras una máscara para encajar en la sociedad. La novela tuvo un enorme éxito y convirtió a Mishima en una celebridad a la edad de 24 años.
Mishima fue un escritor disciplinado y versátil.

No solo escribió novelas, novelas de series populares, relatos y ensayos literarios, también obras muy aclamadas para el teatro Kabuki y versiones modernas de dramas Nō tradicionales.
Su escritura le hizo adquirir fama internacional y un considerable seguimiento en Europa y América, y muchas de sus obras más famosas fueron traducidas al inglés.
Viajó ampliamente, siendo propuesto para el Premio Nobel de Literatura en tres ocasiones, y fue pretendido por muchas publicaciones extranjeras. Sin embargo, en 1968 su primer mentor Yasunari Kawabata ganó el premio y Mishima se dio cuenta de que las posibilidades de que fuera concedido a otro autor japonés en un futuro próximo eran escasas. Se cree también que Mishima quiso dejar el premio a Kawabata, de más edad, como muestra de respeto para el hombre que lo había presentado a los círculos literarios de Tokio en la década de los 40.Suicidio ritual
El 25 de noviembre de 1970, Mishima y cuatro miembros de la Tatenokai visitaron con un pretexto al comandante del Campamento Ichigaya, el cuartel general de Tokio del Comando Oriental de las Fuerzas de Autodefensa de Japón. Una vez dentro, procedieron a cercar con barricadas el despacho y ataron al comandante a su silla. Con un manifiesto preparado y pancartas que enumeraban sus peticiones, Mishima salió al balcón para dirigirse a los soldados reunidos abajo. Su discurso pretendía inspirarlos para que se alzaran, dieran un golpe de estado y devolvieran al Emperador a su legítimo lugar. Solo consiguió molestarlos y que le abuchearan y se mofaran de él. Como no fue capaz de hacerse oír, acabó con el discurso tras solo unos pocos minutos. Regresó a la oficina del comandante y cometió seppuku. La costumbre de la decapitación al final de este ritual le fue asignada a Masakatsu Morita, miembro de la Tatenokai. Pero Morita, del cual se rumoreaba que había sido amante de Mishima, no fue capaz de realizar su tarea de forma adecuada: después de varios intentos fallidos, le permitió a otro miembro de la Tatenokai, Hiroyasu Koga, acabar el trabajo. Morita entonces intentó el seppuku y fue también decapitado por Koga.
Otros elementos tradicionales del suicidio ritual fueron la composición de jisei, (un poema compuesto por uno mismo cuando se acerca la hora de su propia muerte), antes de su entrada en el cuartel general.[1]
Mishima preparó su suicidio meticulosamente durante al menos un año y nadie ajeno al cuidadosamente seleccionado grupo de miembros de la Tatenokai sospechaba lo que estaba planeando. Mishima debía haber sabido que su intento de golpe jamás podría haber tenido éxito y su biógrafo, traductor, y antiguo amigo John Nathan sugiere que fue solo un pretexto para el suicidio ritual con el cual Mishima tanto había soñado. Mishima se aseguró de que sus asuntos estuvieran en orden e incluso tuvo la previsión de dejar dinero para la defensa en el juicio de los otros 3 miembros de la Tatenokai que no murieron
Repercusión
El suicidio de Mishima ha estado rodeado de mucha especulación. En el momento de su muerte acababa de terminar el libro final de su tetralogía El mar de la fertilidad, compuesta por las novelas Nieve de primavera, Caballos desbocados, El templo del alba y La corrupción de un ángel (esta última editada póstumamente), que, en su conjunto, constituyen una especie de testamento ideológico del autor, que se rebelaba contra una sociedad para él sumida en la decadencia moral y espiritual. Fue reconocido como uno de los más importantes estilistas del lenguaje japonés de posguerra.
Mishima escribió 40 novelas, 18 obras de teatro, 20 libros de relatos, y al menos 20 libros de ensayos así como un libreto. Una gran porción de su obra se compone de libros escritos rápidamente solo por los beneficios monetarios, pero incluso no teniendo en cuenta estos, seguimos teniendo una parte sustancial de su obra.
Aunque su fin puede haber pretendido ser algún tipo de testamento espiritual, la naturaleza teatral de su suicidio, las poses cursis en las fotografías para las que posó y la ocasional naturaleza patética de su prosa seguramente han perjudicado a su legado. En las academias, tanto japonesa como anglo-americana, hoy, Mishima no tiene virtualmente voz, sobre todo porque sus opiniones de derechas no son políticamente correctas. Sin embargo, fuera de la academia las obras de Mishima siguen siendo populares tanto en Japón como en el resto del mundo.




Para cuando interese...



Empezad por despojar mi alma.

Dejadla seca y blanca.

Nadie pugnará en la lucha.

Tomadme ancho y claro.

Vaciadme desde dentro.

Caminad por mis ansias.

Saciaros poco a poco.

Yo siempre. Yo eterno.

Yo efímero. Yo yerto.

Nunca transitoria vanidad.

Sólo cielo. Sólo fuego.

(Juanma Miranda)

lunes, 1 de agosto de 2011

Norma Jean Baker que estás en los cielos



Recuerdo que Norma Jean Mortenson,bautizada luego como Norma Jean Baker,y rebautizada para la posteridad ad infinitum como Marilyn Monroe, soltaba a los caballos atados y vencidos, en un desierto de sal, de Nevada, con la ayuda de Montgomery Clift, todo lleno de cicatrices tras el accidente que le destrozó su apostura.Y que Clark Gable, tirando de riñones los volvía a lazear uno a uno, y luchaba contra ellos, y era Gable, no un doble, sino el propio Gable con dos de los mismos, el que sangraba y sudaba y echaba el bofe, y bueno así se explica, que el galán de las orejas grandes, el inolvidable Red Butler la palmara pocos meses después de la película maldita.
Y llegaba tambaleándose y se sentaba en estribo de la camioneta, después de liberar por voluntad propia a los potros que llevaban en sus ojos el viento de la libertad y de la bendita locura, y hablaba de que ese era el fín de una época,que era el fin de unos tiempos, de una manera de vivir, que antes esos hermosos caballos, servían para ser montados por jinetes audaces, o como mal menor para tirar de una carreta, e incluso uncidos a un yugo para hacer zurcos para la labranza, pero ahora, por Dios, ahora, los mataban para hacer conservas de carne para asquerosos perros,para malditos chuchos caseros, contagiados de todas las neurosis de sus dueños, eso hacían Dios con estos hermosos cimarrones salvajes,y eso era más de lo que él podía soportar.
Por eso hablaba del fín de una época, del fín de un estilo honesto y libre de vivir, algo que los comerciantes con su falsa amabilidad, con su hipócrita e interesada cortesía nunca podrían tener con su sucio trapicheo de billetes mugrientos y arrugados, comprando el corazón limpio y palpitante, de un caballo salvaje,para enlatarlo y hacer carne para el animal más estupido de la creación, el perro. El primero que fue domesticado por el hombre, y por eso, el que más se le parece, el que es menos animal, menos salvaje, menos libre, y el más vasallo, más servil de todos los animales.
Y Norma Jean Mortenson, es decir Norma Jean Baker, es decir Marilyn Monroe, tenía en su pecho el corazón de uno de esos potros salvajes, por eso la despedazaron e hicieron con su carne, conserva para perros, y cortesana de cama de presidentes, fiscales generales, actores de medio pelo, hampones de la mafia, y se olvidaba las bragas en la bañera privada del despacho oval de la Casa Blanca, después de hacerlo con John F. Kennedy, en la postura que más le gustaba al segundo hijo de patriarca de Boston,por su herida de guerra, el hijo del bucanero y contrabandista de la familia que hizo la fortuna con la Ley Seca, para llevar a un hijo suyo, fuera el que fuera, a la presidencia, y hacerlo un príncipe.
Y Johnn Kennedy lo hacía con Marilyn Monroe o con cualquiera de las otras muchas, en la posición que más le gustaba, el sentado y la chica encima a horcajadas, porque le dolía la espalda, desde su herida en la segunda guerra mundial,cuando mandaba una patrullera, y por eso se ponía morado de cortisona, lo que curiosamente le convirtió de un joven alfeñique, en un macizo hombre de mandíbulas cuadradas y de hombros robustos. Y bueno lo demás ya es conocido, el viaje a Dallas, el dilema del complot o la teoría del tirador solitario y de la bala loca,
capaz de cambiar seis veces de trayectoria, y su craneo en la morgue de Dallas, con medio cerebro hecho papilla.
Pero antes, meses antes, años antes, se lo hacía con Norman Jean Baker o sea con Marilyn en la Casa Blanca, a donde la llevaba Frank Sinatra o el cuñado del presidente, el actor de tercera división Peter Lawford en un coche, en la oscuridad de la noche, porque el presidente tenía ganas de echarle un polvo a la rubia tonta...Y por aquél entonces fue cuando Norma Jean Baker es decir Marilyn Monroe, el 9 de mayo de 1962 , en Nueva York, en la gala por el cumpleaños del entonces presidente John F. Kennedy,le cantó el "Happy Birthday Mr. President",con voz de gata en celo, o de estar tan colocada como para no poder levantar la voz más allá de un morboso susurreo...
Sin embargo Norma Jean en la soledad de su apartamento escribía poemas y poemas, poemas sobre la soledad, y sobre la muerte, y sobre como se puede utilizar y manipular a un ser humano. Y se sentía aterrada de ser un hermoso ave enclaustrada en una jaula de oro, y ser llevada a unos y otros como puta de lujo,y de ser un alazán salvaje de las montañas de Nevada, al que querían poner un lazo en el cuello, con una cuerda y atado con un dogal al neumático inmenso de una camioneta Chevrolet,que le llevaría rodando por las añiles y saladas arenas del desierto de Nevada hasta agotarla, y que se desplomara rendida,rota con su púpila inmensa, mirando fijamente las estrellas mientras los hombres de gris bajaban de la camioneta,para darle el tiro de gracia y hacer de ella, carne para perro en lata...

Y entonces es cuando quería morir, y cuando llamaba a Joe Dimaggio su primer esposo, quien más la quiso, y lloraba al telefóno, y el pitcher más elegante que tuvieron los Yankis de New York, es decir Dimaggio, la consolaba, en cambio ese cabrón de Athur Miller, siempre la trató como una rubia subnormal, y bueno la pobre Norma Jean se lo creyó,y por eso lloraba en la soledad de su apartamento,o andaba como un zombie en los set de rodajes, o daba camballadas con la sexta copa en la mano por las fiestas de la Corte de Camelot, de Johnn.F.Kennedy y donde Jaqueline Bouvier la miraba con desprecio.
Y Clark Gable, hecho pedazos, creedme, hecho pedazos,se subía sangrante y axficiado a al furgoneta y conducía con una mano y con la otra se la pasaba sobre los hombros a Marilyn y le decía : " eres la mujer más bella y más triste que he conocido nunca...". El 5 de agosto de 1962, a las 4:55 hrs,el jefe del departamento policial de Los Ángeles, Jack Clemmons,recibió una llamada del médico psiquiatra Dr. Greenson, psicoanalista de Monroe, quien le dijo que la actriz había muerto en su casa. El oficial Clemmons fue el primero en llegar al lugar. La primera autopsia reveló que falleció de una sobredosis de barbitúricos. El informe policial calificó el suceso como un "probable suicidio", pero por falta de pruebas los investigadores dejaron abierta la posibilidad de que hubiera sido asesinada. También otras teorías sugerían que John y Robert Kennedy tuvieron algo que ver con muerte de Monroe, incluso se dice que fue un crimen mafioso....
El 8 de agosto, Joe DiMaggio, su primer esposo, realizó el funeral en privado. Lee Strasberg, el creador del Actor´s Studio pronunció las siguientes palabras de despedida en el sepelio de Norman Jean Mortenson: «No puedo decirle adiós a Marilyn,nunca le gustaba decir adiós. Pero, adoptando su particular manera de cambiar las cosas para así
poder enfrentarse a la realidad, diré 'hasta la vista'. Porque todos visitaremos algún día el país hacia donde ella ha partido».
Y Norma Jean Mortenson, luego Norma Jean Baker, luego Marilyn Monroe, con sus sueños intactos,se fue para vivir en paraísos infinitos, y horizontes sin límites como los del desierto de Nevada, donde rodó por última vez, e interpretó con toda su alma, y todo su corazón a esa pobre divorciada, que movía el culo cuando jugaba con la paleta y la pelota en el bar de Reno.O cuando besaba a Gable en plena calle, y soñaba en tener una pequeña cabaña, para regar sus rosales... o cuando, en la oscuridad silenciosa de la noche, se dejaba caer sobre el hombro de Clark Gable y le preguntaba: ¿cómo sabremos como llegar a la ciudad?. Y Gable le enseñaba la constelación de Orión, con la Osa mayor brillante como un diamante sobre las montañas, y le decía " ella nos marcará el camino de regreso a casa..".
Y Marilyn se dormía en los robustos hombros de Gable, y por un momento, era feliz, por un momento estaba en paz, por un instante no necesitaba barbitúricos,ni somníferos, ni alcohol, ni escribir poemas sobre la soledad,la muerte, o sobre la traición del amor,ni llamar de madrugada, desde su insondable tristeza, a algún amigo sincero, que no quisiera sólo tirarsela y luego, si te he visto no me acuerdo y dejar a la rubia tonta tan sola como antes,sino a alguien que la quisiera de verdad,y derramar sobre sus mejillas, esas lágrimas de soledad.
Y así traspasó la frontera impalpable,el límite impreciso como un río y un mar que se funden, entre la vida y la muerte,y ya nunca más fue Marilyn, ni Norma Jean,sólo fue un soplo de brisa, una llama de fuego, un corazón por primera vez en calma, y tras esa paz de su corazón, cesaría su angustia,y su tristeza, y su soledad, y tras ese tornado que arrastraría todo rastro de iniquidad sólo se vería una luz infinita, y tras esa luz infinita,sólo quedaría Marilyn, y después que se marchara Marilyn ya no quedaría nada.Ya no quedaría nada...Sólo el silencio.
Sólo el silencio....

(Juanma miranda)